El proyecto del Restaurante Virrey de Serrería parte de la necesidad de renovar por completo un local con fuerte identidad de barrio, transformándolo en un espacio actual, atractivo y lleno de carácter. La intervención busca equilibrar la estética tradicional del entorno con una imagen fresca y contemporánea que aporte personalidad sin perder autenticidad.

El elemento protagonista del diseño es el revestimiento cerámico en espiga, una geometría marcada en tonos verde y crema que dinamiza el espacio y actúa como hilo conductor en todo el restaurante. Este patrón aporta ritmo, profundidad y un sello visual claramente reconocible. La presencia de madera natural en techos y mobiliario añade calidez y crea un contraste equilibrado con los tonos oscuros del zócalo y los paneles verticales.

La iluminación se concibe como un recurso escenográfico: lámparas colgantes, apliques murales y puntos indirectos generan una atmósfera envolvente que invita a permanecer y disfrutar. La barra, revestida también en cerámica verde y coronada por una encimera blanca, funciona como un núcleo social que organiza la circulación y define la experiencia del usuario.

El mobiliario alterna alturas y tipologías —mesas bajas, barras altas y sillas en distintos acabados— aportando dinamismo y adaptándose a diferentes usos. Los grandes ventanales permiten una conexión directa con el exterior, llenando el espacio de luz natural y abriendo el restaurante hacia la calle.

Virrey de Serrería se convierte así en un local cálido, actual y con una estética muy marcada, donde cada detalle ha sido diseñado para reforzar la experiencia gastronómica y potenciar la identidad del proyecto.